La proteína vegetal hidrolizada es un aditivo utilizado para realzarelsabor de los alimentos que la incluyen. Su creación se produce al utilizar calor y componentesquímicos para descomponer vegetales (en su mayor parte soja) en los aminoácidos que los forman.
La utilización de proteína vegetal hidrolizada permite a los fabricantes de alimentos conseguir un sabormásfuerte con menoscantidaddeingredientes. Puede aparecer en nuestros alimentos como proteína vegetal hidrolizada, proteína vegetal hidrolizada de soja, proteína vegetal hidrolizada de caseína, proteína vegetal hidrolizada de maíz, etc. dependiendo de su origen proteico.
También puede hacer su aparición sin incluir la palabra vegetal, presentándose como proteína hidrolizada o en sus diferentes versiones de proteína hidrolizada de soja, de caseína, de maíz, etc. Aunque no parece mala idea utilizar un producto natural para mejorar el sabor de nuestros alimentos, ahora explicaremos porqué no es tan brillante.
Proteína vegetal hidrolizada. Dónde encontrarla
Se encuentra en sopas, comidas congeladas, salsas, aperitivos, multitud de productos con saboracarne de ternera o de pollo, saborizantes, caldos, ensaladas, postres y platos preparados.
Un efecto del consumo de proteína vegetal hidrolizada es la creación de glutamato monosódico o E-621. Así tenemos un ingrediente que está relacionado con problemas de nauseas y doloresdecabeza presente en alimentos que, al no ser añadido directamente, no lo incluyen en su etiqueta de ingredientes.
Un componente muy problemático para aquellas personas sensibles al glutamatomonosódico o a la soja y perjudicial para todos por su asociación con efectos nocivos para nuestra salud. Su contenido en glutamato monosódico puede llegar hasta el treinta por ciento y en ocasiones ha sido relacionada con casos de salmonela. Por todo esto, no podemos hacer más que recomendar el evitar su ingesta.
Si hay algo que muchas personas buscan en su alimentación diaria, eso es la comodidad. Si podemos encontrar algo que nos aporte la energía que necesitamos, que nos haga estar menos cansados, aumente nuestra musculatura o nos ayude a perder peso de una manera fácil y rápida, podéis estar seguros que será el primer producto que desaparezca de las estanterías de nuestro supermercado. Esa es la razón de ser de las barritasenergéticas y la responsable de que su mercado se haya disparado en los últimos años.
A todo lo anteriormente mencionado añádele un empaquetado atractivo y llamativo y tendrás el alimento perfecto. Eso si estuviéramos viviendo en un mundo ideal. En la realidad, cuando abres el envoltorio de una de estas barritas energéticas, te sueles encontrar poco más que azúcar, aceite y vitaminas y minerales añadidos. A esto súmale su altoprecio y que en muchas ocasiones son poco más que golosinasdeproteínas y estamos ante uno de esos alimentos que no se corresponden con lo que sugiere su nombre. ¿Nos acompañáis en un recorrido revisando sus verdades?
Muchas de estas barritas energéticas que se venden como sustitutivasdecomidas no tienen tanta proteína como aparentan. En sus ingredientes puedes encontrar nombres como colágenohidrolizado o gelatinahidrolizada. Son poco más que sinónimos para no indicar otros productos menos atractivos como piesdecerdo. El problema es que tanto el colágeno como a la gelatina hacen que las barritas energéticas tengan proteínasdemenorcalidad que otros productos que no los contengan debido a la ausencia de una aminoácido esencial para crear una proteína completa.
Aclarando que podemos encontrar barritas energéticas tanto de hidratos como de proteínas, si quieres unas barritas energéticas que te aporten proteína de calidad, busca alguna que incluya la caseína o proteínadesuerodeleche como primer o segundo ingrediente. Estas proteínas lácteas contienen todos los aminoácidos esenciales necesarios para tu musculatura. Investigadores de la Baylor University demostraron que las personas que tomaban una mezcla de proteínas de suero de leche y caseina tras su entrenamiento desarrollaban un 50% más de masa muscular que aquellos que no lo hacían.
En algunas barritas energéticas puedes encontrar el indicador de proteínanatural. Normalmente esta proteína proviene de la soja, que, según varios investigadores, se ha mostrado como causante del aumento de las glándulasmamarias en los hombres, conocido como ginecomastia.
Todo esto provocado por dos componentes orgánicos: genisteina y daidzeina. Ambos son conocidos como fitoestrógenos o estrógenos producidos por plantas. Si te pasas con el consumo de estos ingredientes estarás cada vez más cerca de una catástrofe hormonal. Vigila el etiquetado.
Muchas barritas energéticas supuestamente saludables están repletas de azúcar o de algunos de sus derivados, que pueden contrarrestar cualquier beneficio que te otorguen el resto de los ingredientes. Aunque parezca contradictorio, si quieres estar seguro de lo que comes, sería preferible que las barritas energéticas contuvieran azúcar en baja cantidad antes que cualquier otro edulcoranteartificial peligroso para nuestra salud.
Observa que el númerodeingredientes no se dispare y recuerda que cuanto más larga es la lista y las palabras son más difícilesdepronunciar, más lejos está de ser comida real. A partir de cincoingredientes empezarías a perder la pista de lo que realmente estás comiendo.
Muchas compañías se aprovechan de los significados que podemos asociar al concepto barritas energéticas. No son pocos los consumidores que esperan que esas barritas energéticas les hagan ser más productivos en su trabajo, en el deporte o en el resto de actividades diarias.
Nutricionalmente hablando, energía significa solamente calorías. Así que a no ser que necesites recuperarte de un esfuerzo titánico como un maratón o un entrenamiento muy intenso, quizás esa energía no sea para ti.
Las barritas energéticas bajasenazúcar o sinazúcar parecen dar la impresión de ser más saludables y rentables para sus fabricantes. Pues bien, en ocasiones encontramos ingredientes como el malitol o el sorbitol que son alcoholes del azúcar y que pueden provocar gases o diarreas cuando se toman en dosis altas.
Recomiendo a todos los aficionados a estas barritas energéticas light que observen detenidamente la informaciónnutricional, ya que, en ocasiones, el indicador de baja en azúcar no quiere decir que tengan menoscalorías que una versión normal. Por poner un ejemplo con los ingredientes anteriores, el malitol tiene un 75% de las calorías del azúcar, pero no es tan dulce como esta y se debe añadir más cantidad para obtener el mismo sabor.
En definitiva, si quieres consumir barritas energéticas, es recomendable optar por aquellas que tengan un menornúmerodeingredientes y con los nombresmásclaros y comprensibles. Sino, siempre te queda la opción de acudir al típico recurso de un bocadito de pan con queso.
La caseína es una proteina de la leche utilizada para espesar y blanquear alimentos. También se utiliza como gelificante por su función de adhesivo de productos alimentarios al igual que en el caso de productos no alimentarios como pegamentos o pinturas. Con esto no quiero decir que conlleve algún peligro para nuestro organismo, como detallaremos a continuación en la última sección de este artículo.
En ocasiones la caseína aparece con el nombre de caseinato de sodio o caseinato de calcio. De igual forma la podemos encontrar con los códigos de espesante de estos dos componentes: H-4512 y H-4511. Especial atención también al caseinato potásicoH-4513. En cualquiera de sus presentaciones estamos ante una buena fuente de aminoácidos. Comentar además que la caseína no tiene un código de aditivo asignado como tal.
Se encuentra en barritas de proteína, batidos, helados y otros postres congelados. También es utilizado en nutrición deportiva, pudiendo encontrar sin problemas batidos de caseína.
Un ejemplo lo tenemos en el preparado para bebés Puleva Peques 2 y en multitud de batidos de caseína destinados al mundo de la musculación y nutrición deportiva.
Aunque la caseína es un producto derivado de la leche, la FDA permite este aditivo y sus derivados (caseinato de sodio y caseinato de calcio) aún en productos con el indicador que advierte que esos alimentos no contienen leche o lácteos.
En realidad la mayoría de personas que padezcan intolerancia a la lactosa pueden tomar caseína sin problema, pero aquellos que tengan alergia a los lácteos pueden ver como la caseína les podría provocar algún tipo de reacción alérgica.
Por lo tanto, parece no presentar ninguna peligrosidad para nuestro organismo siempre que la consumamos, como el resto de productos de nuestra dieta, con cierta moderación y cabeza.
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.